El Somni d’en Walt: Una noche mágica que marcó el regreso de Rubén Gallardo a los escenarios

Hace tan solo un mes en el que Marratxí, vivió una velada inolvidable con “El Somni d’en Walt”, un espectáculo musical que rindió homenaje a los 100 años de magia de Disney. Enmarcado dentro de las Festes de Marratxí 2025, el concierto reunió a la Banda Municipal de Marratxí bajo la dirección de Silverio Duato, y contó con arreglos originales de Rubén Gallardo, quien además protagonizó su esperado regreso como solista tras cinco años alejado de los escenarios.

La propuesta, producida por Sarts Produccions y dirigida ejecutivamente por Sandra Mayol, transformó los clásicos cinematográficos de Disney en un formato de banda, conservando su esencia emocional y riqueza musical. Gallardo, responsable de adaptar cada nota con meticuloso cuidado, destacó por su sensibilidad artística y su capacidad para mantener la magia incluso sin los elementos orquestales tradicionales.

Junto a solistas como Deborah Montserrat e Inés Piqueras, Gallardo ofreció una interpretación cargada de emoción y profundidad, logrando una conexión palpable con el público. “Este concierto no es solo música, es una inmersión en el cine, en los recuerdos que han marcado generaciones”, expresó el compositor en declaraciones previas al evento.

Gallardo, responsable de todos los arreglos musicales, asumió el reto de adaptar las complejas partituras originales de Disney al formato de banda sinfónica. Su trabajo fue meticuloso, respetando la esencia cinematográfica de cada pieza y reinventando los matices orquestales para que pudieran cobrar vida sin cuerdas ni percusión étnica. “Llevar una orquesta sinfónica al sonido de banda ha sido un reto apasionante. Cada nota ha sido tratada con sumo cuidado para mantener la emoción intacta”, explicó el compositor.

Pero su implicación fue mucho más allá del papel. Durante meses, Gallardo se implicó con la Banda de Marratxí, en cada detalle, guiando a los músicos, ajustando dinámicas y asegurándose de que cada suite transmitiera la magia que él había imaginado. Su presencia constante en el proceso creativo convirtió el proyecto en una obra viva, en la que cada acorde llevaba su sello personal.

Como solista, Gallardo volvió a subir a un escenario interpretando a las guitarras y la percusión algunas de las piezas más emblemáticas del repertorio. Su ejecución fue íntima y emotiva, logrando una conexión profunda con el público.

El Somni d’en Walt fue más que una propuesta escénica: fue una celebración del poder evocador de la música y del cine, un homenaje a los sueños que siguen inspirando generaciones. En un ambiente cargado de emoción y complicidad, el público volvió a creer en la magia, reconociendo que, cuando se conjugan talento y pasión, el espectáculo se convierte en memoria compartida.